martes, 31 de agosto de 2010

Día 15: Los Ángeles

El día prometía ser agotador, pues teníamos la misión de ver lo más significativo de Los Ángeles antes de que anocheciera, pues teníamos claro que esto no era Nueva York, ya que por lo que leímos antes de venir no era muy segura para los turistas al caer la noche.

También al informarme sobre la ciudad encontré que todos coincidían en que es muy dificil moverte sin coche, ya que debido a su monstruoso tamaño, el transporte público de Los Ángeles no es muy eficiente.

Ahora y a toro pasado puedo decir que estoy de acuerdo con esta afirmación, pues nos costó una hora de reloj encontrar el metro y otra hora por lo menos para llegar "Hollywood". También es cierto que nos hayábamos en la costa, en Playa del Rey, justo detrás del aeropuerto.

Durante el trayecto en metro íbamos viendo diferentes barrios de la ciudad, pues en este tramo el metro circulaba al aire libre, y lo cierto es que no tenían muy buena pinta; todo estaba sucio y descuidado.

En una estación nos tocó apearnos del tren, pues había un tramo en obras, así que nos hicieron montar en un autobús, el cual nos llevó al "Downtown", barrio financiero y centro de la ciudad, para enganchar con otra línea de metro con destino Hollywood.

Por el camino pudimos ver el "Staples Center", el estadio de los "Lakers", el cual tenía muchas ganas de visitar y de hacerme una foto con la estatua de Magic Johnson, pero no pudo ser porque íbamos apretados de tiempo.

Salimos a la superficie en la estación de "Hollywood West", pensando en comenzar a ver el paseo de la fama desde el principio, pero a esta altura se trataba de una calle normal y corriente, las estrellas de los famosos se encontraban a una milla aproximadamente, así que lo hicimos andando.

Comenzamos a ver las estrellas en el suelo y las baldosas negras y a hacernos fotos cuando identificabamos alguna celebridad, pero pronto nos dimos cuenta de que ver todas las estrellas era imposible, pues había en ambos lados de la acera durante 2 millas probablemente.






Avanzando hacia el este por el paseo un hombre trató de llamar nuestra atención en inglés, pero al escucharnos hablar en castellano hizo lo propio y nos confesó que era catalán, que llevaba 15 viviendo en Los Ángeles y que trabajaba vendiendo visitas a "Hollywood", "Beverly Hills", "Rodeo Drive" y el mirador "Mulholland" para turistas.

A pesar de que no soy muy amigo de este tipo de turismo, el de las visitas guiadas, nos convenció por el precio, porque teníamos un serio problema de tiempo y porque parecía abarcar todo aquello que queríamos ver de la ciudad.

Lo contratamos, salíamos en una hora, ése era el tiempo que teníamos para comprar souvenirs y ver el paseo de la fama.

Fuimos bastante rápido hacia el Teatro Kodak y el teatro Chino, que son las principales atracciones; la primera por ser el lugar donde cada año vemos desfilar por la alfombra roja a las estrellas del cine en la ceremonia de los Oscars, el segundo es conocido porque en su exterior se encuentran en el suelo las huellas de algunos de los artistas más célebres de Hollywood.







Una cosa que me hacía ilusión era encontrar la estrella de mi admirado Michael Jackson, pero, como dije antes, el paseo de la fama o "Hollywood Boulevard" es muy extenso y contiene más de 2000 estrellas, por lo que si te interesa realmente encontrar alguna en concreto hay que informarse previamente de su ubicación, yo lo hice y sabía que estaba casi en la puerta del teatro chino.



Hay gente de lo más variopinta en el paseo de la fama que se ganan la vida disfrazándose como las estrellas y yo tuve a bien colaborar con la causa.



Fijaos en el detalle de porqué "Michael" pone una mano detrás en las fotos para que no se vea... Ahí guarda sus ganancias.



Volvimos corriendo literalmente al punto donde habíamos contratado el "tour" para ver las casas de los famosos, el cartel de "Hollywood", etc. Sin dejar de detenerse para admirar una de las joyas del automovilismo estadounidense, un Cadillac Eldorado de 1976.




Llegamos a la hora justa para salir, pero tuvimos que esperar a unos españoles, como no, que llegaron, por cierto, bastante tarde.

Prometía ser un tour cutre, por 17 dólares cada uno y en una furgoneta "descapotable"... Y llegó la conductora para confirmarlo, una señora de origen asiático que aseguraba, entre carcajadas, que era la prima de "Jackie Chan".

Partimos en primer lugar hacia el mirador "Mulholland", desde el cual se divisa el distrito financiero y el "downtown" de Los Ángeles, pero también se ve el cartel de "Hollywood", aunque ya me había informado que ésta no era la mejor ubicación para hacerse la típica foto, pues el cartel está bastante lejos.





Tras ésta breve parada nos introdujimos de lleno en el barrio residencial de "Beverly Hills", pasando por el famosísimo "Sunset Boulevard", lleno de tiendas y restaurantes.




La conductora nos explicaba una por una a quién pertenecía cada casa, pero ahora a toro pasado sólo reconozco dos con seguridad, la primera es la casa donde se rodaban los exteriores de "El príncipe de Bel Air" y la segunda es la mansión que tenía alquilada Michael Jackson y donde falleció.




Después del atracón de famoseo nos llevaron a "Rodeo Drive", una pequeña calle que resume todo el lujo y el nivel de éste barrio de la ciudad a juzgar por las tiendas y los coches que allí se amontonan.





Finalizó el trayecto en "Santa Mónica Boulevard" tras unas 2 horas a bordo y se confirmaron mis sospechas, fue cutre, no por la compañía que contratamos, si no porque mucho te tiene que gustar el mundo de la farándula y el cotilleo como para aguantar más de una hora paseando por las casas de los famosos; pero supongo que es lo que tiene Los Ángeles, nosotros, desgraciadamente, no le encontramos nada más a ésta inmensa ciudad.

Regresamos al anochecer al camping por medio de un taxi, debido a la mala experiencia de por la mañana con el transporte público, para cenar algo en la barbacoa y descansar.


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